By Tutto Opera Team
Hernani o
El honor castellano es una
ópera en cuatro actos con música de Giuseppe Verdi y libreto de Francesco Maria Piave, sobre un drama de Victor Hugo. Fue estrenada en el Teatro la Fenice, de Venecia, el 9 de marzo de 1844. Esta ópera tuvo éxito desde el principio, especialmente por su riqueza de melodías.
El Ernani de Verdi está basado en la exitosa pieza teatral de Víctor Hugo (titulada Hernani ou l’honneur castillan en la versión del
francés) y estrenada en 1830. Obra que en su momento había introducido el Romanticismo en París, derrotando las convenciones del teatro clásico francés.
Para el final de la ópera, Verdi compuso un trío que creía que mejoraba el original de Hugo, en cuanto que la acción podía desarrollarse más rápidamente hasta alcanzar su culminación. Aquí, Ernani, Silva y Elvira se enfrentan. Silva reclama la vida de Ernani, mientras Elvira le pide compasión y Ernani reniega de su destino.
Sinopsis:
La acción se desarrolla durante 1519, en las montañas de Aragón, en el castillo de Silva, en Aquisgrán y en Zaragoza
Acto I: Ernani, un noble proscrito cuyo verdadero nombre es Juan de Aragón, ha sido despojado de sus bienes y desterrado por el rey. Se halla escondido en un solitario lugar de las montañas de Aragón acompañado de sus seguidores, todos ellos convertidos en bandidos. Ernani cuenta a sus hombres que está enamorado de Elvira y que ésta va a ser obligada a casarse con su tío y tutor. Todos los bandidos comprenden su pena y acceden a seguirle hasta el castillo para ayudarle a raptarla.
En los aposentos del castillo, Elvira espera ansiosa la llegada de Ernani que va a liberarla del odiado matrimonio con su tío. Pero quien hace aparición, vestido con ropas modestas para no ser reconocido, es el propio rey Carlo que también ama a Elvira e intenta en vano huir con ella. Ésta le rechaza y entonces quiere obligarla pero irrumpe Ernani a tiempo de impedir a su enamorada que se hiera con un puñal al no tener otra salida. Los dos hombres se reconocen al instante y conmovido por el gesto de Elvira, Carlo aconseja a Ernani que huya y salve su vida. Justo en ese momento aparece Ruy Gómez de Silva y su asombro es paralelo a su ira al ver que la mujer a la que ama es asediada por dos individuos en su propia fortaleza. Desafía a los intrusos pero la llegada de Don Riccardo provoca que se descubra la identidad del rey y Silva no tiene más remedio que inclinarse ante Carlo. Éste pide que le ayude en sus pretensiones de acceder al trono imperial de Carlomagno y reconoce a Ernani como un hombre de su séquito para que pueda salir inmune. El acto termina con Ernani clamando venganza y con Elvira renovándole sus promesas de fidelidad.
Acto II: En el castillo se festeja el inminente matrimonio de Silva con Elvira. Ernani ha desaparecido perseguido por orden del rey Carlo quien ha propagado la noticia de su muerte y por esta razón Elvira ha accedido al matrimonio. Un caballero anuncia la llegada de un peregrino en busca de refugio y Silva cree que el darle posada traerá buena suerte al nuevo enlace. Cuando entra Elvira vestida de novia, descubre que el peregrino es Ernani. Ella le revela que había decidido suicidarse ante el altar, convencida como estaba de su muerte. Silva, que había salido para ordenar la defensa del castillo ante las asechanzas de Carlo, encuentra, a su vuelta, abrazada a la pareja. No obstante, ante la llegada del rey, esconde a Ernani considerando el derecho de hospitalidad como sagrado.
Entra Carlo que viene reclamando a Ernani pero Silva se niega a cederlo y, en represalia, se lleva a Elvira como rehén. Cuando quedan solos, Silva invita a Ernani a un duelo pero éste no quiere luchar con quien le ha salvado la vida. Le expone el peligro que corre Elvira al estar también Carlo enamorado de ella y le convence de unir sus fuerzas con las suyas para vengarse del rey. Una vez conseguido ese objetivo, Silva puede disponer libremente de la vida de Ernani, quien da su cuerno de caza en prenda de juramento: si Silva lo hace sonar, Ernani deberá morir.
Acto III: Carlo medita ante la tumba de Carlomagno en las catacumbas de Aquisgrán, bajo el gran vestíbulo donde los Electores se reúnen para designar al nuevo emperador de Alemania. Carlo se esconde en ese lugar para sorprender a los conspiradores que han de juntarse allí mismo, pues tiene conocimiento de un complot contra su vida. Llegan los confabulados entre los que están Silva y Ernani. Echan a suerte quien será el encargado de dar muerte al rey. El elegido es Ernani y entonces Silva le ofrece librarle del juramento de muerte que mantienen si le cede el puesto a él. Ernani no acepta. Suenan tres salvas de cañón anunciando la elección de Don Carlo como emperador y éste aprovecha el momento para ordenar la captura de los conjurados. Invaden la escena una multitud de soldados y también Electores y cortesanos, entre los que se encuentra Elvira. Carlo ordena que los nobles sean ejecutados y el resto enviados a mazmorras. Ernani se da a conocer como noble y reclama su derecho a que le ejecuten. Elvira pide clemencia al rey. Carlo, para comenzar bien su reinado, en un gesto de magnanimidad, indulta a todos y consiente en el matrimonio de Elvira con Ernani, al que reconoce como duque. Los presentes elevan sus voces para elogiar las buenas intenciones del emperador, excepto Silva que reclama venganza.
Acto IV: En las proximidades de Zaragoza y en el castillo del rehabilitado Ernani como don Juan de Aragón, se celebra su boda con Elvira con un baile de disfraces. Entre los invitados destaca un siniestro personaje cubierto por una máscara. La fiesta se interrumpe con el sonido de un cuerno de caza. Ernani reconoce al momento su significado y aleja a Elvira de la estancia con el pretexto de que se encuentra mal por una vieja herida y necesita que vaya a buscar medicinas. Cuando se quedan solos, Silva se despoja de su antifaz y exige el cumplimiento de la promesa: le ofrece el puñal o el veneno como alternativa. Regresa Elvira y dándose cuenta de todo, suplica a Silva piedad para Ernani. Pero en honor al pacto, Ernani se apuñala maldiciendo a su perseguidor. Elvira se desploma a su lado mientras Silva se regocija al ver cumplida su venganza.
Libreto:Italiano-Español
Partitura:PDF-Vocal Score
Verdi en el tiempo de Ernani
Valor musical y dramático:
Verdi, después de “I Lombardi”, quiso avanzar hacia un nuevo objetivo: la creación de personajes con caracteres psicológicamente más elaborados. Para intentar alcanzar su deseo, solicitó de su nuevo libretista Francesco Maria Piave- por entonces un novato en el oficio- que se eliminara de Ernani (primera ópera donde Verdi pudo elegir argumento) cualquier cosa superflua, dejando bien clara y perceptible la acción. Por tanto el compositor se involucró en el guión y dejó al poeta la redacción de los versos: del encadenamiento de los hechos, él sería prácticamente el responsable. Merece destacarse que Ernani es la primera ópera con “tema español”, aspecto que va a ser bastante recurrente en su producción.
Elegir como argumento un drama de Víctor Hugo tenía desde luego su importancia. Hoy día y con perspectiva histórica, nos podemos dar cuenta de la preocupación del compositor por la base literaria de sus obras. Es un tema que llegaría a obsesionarle. Recordemos que trabajó con piezas de Shakespeare, Schiller, Dumas, el Duque de Rivas, García Gutiérrez y lord Byron. Obras que, en su mayor parte, están encuadradas en el pleno romanticismo con todas las características que ello conlleva. Víctor Hugo era un poeta maldito, un vanguardista cuyas obras se consideraban subversivas e inmorales. Además el hecho de que un bandido fuera el protagonista de una ópera era algo casi inconcebible para la época.
Ernani es una ópera romántica en el sentido literal de la palabra y eso resulta sospechoso a los ojos de nuestro siglo pero era perfectamente creíble en su tiempo donde dominaba el sentimiento romántico. El libreto se hace más y más dinámico de un acto a otro: el primer acto se prolonga por espacio de casi una hora e incorpora primero al tenor y luego a la soprano, donde establecen su personalidad y las emociones que les impulsan. Con la entrada del barítono y el bajo, la historia comienza a moverse y desde ese momento hasta el fin de la ópera, sucede en rápida progresión y se va desprendiendo de todos los elementos externos hasta llegar al último acto en que solo se enfrentan los tres protagonistas. La música de Verdi armoniza con los personajes y su dilema romántico, pero no puede ser calificada como ópera de charanga: posee un fuerte acento, contiene rudeza y extroversión pero también momentos verdaderamente líricos. En definitiva, el resultado global es un bel canto de primera clase.
La rápida progresión en la acción, da ocasión al músico para demostrar su inagotable talento melódico y su certera habilidad teatral: hasta llegar a Rigoletto, nunca una partitura verdiana estuvo tan colmada de melodía. Son melodías sencillas y también elaboradas, expresando sentimientos tradicionales (el honor, el trono sin amor, el desafío o la traición). Es un caudal de canto, a veces, gallardo y declamatorio, a veces, orgulloso y vehemente. Ernani viene a ser como la quintaesencia del Verdi juvenil por la espontaneidad, fuerza, energía y vitalidad de su inspiración. Casi no hay una página que parezca inferior a otra y tampoco hay momentos innecesarios y banales.
Su argumento- a diferencia de Nabucco e I Lombardi- no estimulaba el fervor patriótico pero hay un momento del coro (Si ridesti il leon di Castiglia- que despierte de nuevo el león de Castilla) que pronto se transformó popularmente en (“Si ridesti il leon di Venezia”). También la célebre aria inicial de Elvira (“Ernani! Ernani, involami”) se tomaría- según cuenta la tradición bastantes años después- como un ruego a la joven Italia para que Víctor Manuel, rey del Piamonte, la liberara del abrazo aborrecido del Imperio Austro-Húngaro.
Los apuros vividos por Verdi para ponerse de acuerdo tanto en cantantes como en el tema a elegir en esta su quinta ópera, fueron múltiples. Pero Verdi, de apenas treinta años y un “recién llegado”, supo mantener con mano firme tanto a los cantantes como a la dirección del teatro y los resultados se justificaron ampliamente: Nabucco- a los ojos de sus compatriotas- le había elevado al primer rango entre los compositores nativos pero Ernani iba a hacerle internacionalmente famoso. Fue un éxito el estreno pero Verdi esperaba más: la mala interpretación de los cantantes conspiró, sin duda, contra él.
Ernani permaneció durante largo tiempo en el repertorio italiano mientras que óperas como Nabucco, Luisa Miller y el propio Macbeth se sumirían temporalmente en el olvido. ¿Cuál fue el secreto de su perdurable popularidad? Sin ninguna duda su fértil metodismo emparejándose con otra de las óperas favoritas del siglo: Il Trovatore. También tiene mucho que ver en ambas la gran dificultad de sus líneas vocales.
Con Ernani, Verdi impuso el vitalismo de la narración vocal y un romanticismo que se acercaba a la sensibilidad tanto de los protagonistas como del resto de los humanos de aquel tiempo y constituyó un firme paso en la afirmación de las ideas del autor, que ya empezaba a separarse de lo establecido, desarrollando su “estilo verdiano” pues siguió dando importancia a las voces pero la partitura orquestal comenzó a cobrar mucha mas fuerza.
Los Personajes:
Decir, en primer lugar, que los personajes son de una sola pieza, salvo el rey Carlo- con algo más de complejidad- pero todos tienen una carga vital que no necesita mayor diversidad dramática.
El Coro sigue manteniendo una destacada actuación pero limitándose, en esta ocasión, a servir de telón de fondo para el drama, aportando el colorido característico. Son los cuatro solistas (tenor, soprano, barítono y bajo) los que llevan adelante la trama de la ópera y definen su rabiosa atmósfera romántica.
El juvenil personaje de Ernani no es una figura de cartón pues es realmente un ser humano que, eso sí, siente antes que piensa. Su actitud romántica le perjudica comparado con Silva y Carlo, ya que estos últimos resultan más creíbles según nuestras actuales costumbres. Su papel es para “un tenore di grazia” (lírico o lírico-ligero) pero también es un rol- junto con “il Duca” de Rigoletto- que lo cantan los “tenores estrella” con caracteres de voz muy diferentes tales como Pavarotti, Bergonzi, Del Monaco y Domingo por poner sólo a algunos.
Elvira es una apasionada figura femenina y, tal vez, la única heroína en la historia de la ópera que es amada por tres hombres a la vez. Papel para soprano dramática de agilidad- no tan exigente como la Abigaille de Nabucco- pero con muchos trinos y abundante coloratura. Su cruel destino la hermana con la Leonora de Il Trovatore. No es un personaje histórico sino una invención de Hugo que en el original se llamaba Doña Sol.
En cuanto a Carlo, sería considerado hoy en día como un hombre convencional. Se le presenta en la obra- en un punto de inflexión de su vida- como un presumido vástago del rey que lleva una vida de libertino y con un futuro majestuoso. Es un rol para barítono lírico de tesitura alta, poderoso de aliento y fraseo y con numerosos pasajes decorativos. Aparte de ser el inevitable rival del protagonista, ya se ha indicado que es el personaje más complejo pues aparece en él, por primera vez en las obras de Verdi, la dualidad entre sentimiento y poder.
El añoso y autoritario Silva, es el villano operístico sin igual, impulsado únicamente por su honor ofendido y su maniaca insistencia en la venganza. Su tesitura es para un bajo con canto melódico y poderoso.
El Hernani Literario:
Hernani fue la obra con la que se produjo el triunfo definitivo del teatro romántico en París. La llamada “Batalla de Hernani” fue una algarabía de silbidos con lanzamiento de objetos livianos, pero también empujones y puñetazos entre una mayoría conservadora (partidaria del Clasicismo) y una minoría rebelde partidaria de la renovación de los cánones estéticos mediante la apertura a los valores del Romanticismo. Tuvo lugar el 25 de febrero de 1830, en una de las representaciones de esta obra.
Los jóvenes poetas y escritores, los artistas y estudiantes, hacían causa común por el nuevo estilo literario que rompía definitivamente con la regla clásica de las tres unidades y que encorsetaba la imaginación de los dramaturgos. UNIDAD DE ACCIÓN: toda la materia narrativa se organizaba en torno a una historia principal. UNIDAD DE TIEMPO: la acción representada debía transcurrir en un lapso de veinticuatro horas. UNIDAD DE ESPACIO: los acontecimientos de una obra se debían desarrollar en un mismo lugar.
En su obra teatral, Hugo pasaba por alto cualquier sombra de respeto a esas reglas: entre un acto y el siguiente transcurren meses; del escenario inicial de las montañas pasamos por Aquisgrán, Zaragoza o un castillo en España; y el triple amor de los protagonistas por Elvira diversifica la acción.
Hernani mantuvo siempre el prestigio de haber sido la obra que derribó definitivamente la fortaleza del clasicismo de la generación anterior y es lógico que llamara la atención de los compositores románticos italianos. Ya Bellini había pensado en un Ernani pero el temor por la censura y otras causas, lo apartaron de esta idea cuando había compuesto algunos fragmentos del drama musical que pasaron a otras de sus óperas. No es de extrañar pues que Verdi se sintiera atraído por esta historia de la que Piave logró un libreto bastante fiel que sólo difiere sustancialmente en su final pues Silva en el original se apuñala mientras que en la ópera se regocija.
Extractos de Wikipedia y
T.O. de Verdi
Discografía:
Director:
Cantantes:
Coro:
Orquesta:
Casa:
CD:
Año: | Dimitri Mitropoulos
Anita Cerquetti, Mario del Mónaco, Ettore Bastianini, Boris Christoff
Maggio Musicale Fiorentino
Maggio Musicale Fiorentino
MELODRAM (27016)
2 (AAD)
1957 |
Director:
Cantantes:
Coro:
Orquesta:
Casa:
CD:
Año: | Thomas Schippers
Leontyne Price, Carlo Bergonzi, Mario Sereni, Ezio Flagello.
de la RCA
de la RCA
RCA
2 (AAD)
1967 |
Director:
Cantantes:
Coro:
Orquesta:
Casa:
CD:
Año:
| Riccardo Muti
Mirella Freni, Plácido Domingo, Renato Bruson, Nicolai Ghiaurov.
Scala de Milán
Scala de Milán
EMI (7-47083-8)
3 (DDD) (Grabación en vivo)
1982
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