I due Foscari (Los dos Foscari) es una ópera en tres actos compuesta por Giuseppe Verdi, con libreto en italiano de Francesco Maria Piave, basada en el drama histórico The Two Foscari de Lord Byron. Se estrenó en el Teatro Argentina, Roma, el 3 de noviembre de 1844.
Cast 3 de Noviembre de 1844
Director de Orquesta: Emilio Angelini (1r violín)
Francesco Foscari, Dogo (dux) de Venecia | barítono | Achille De Bassini |
Jacopo Foscari, su hijo | tenor | Giacomo Roppa |
Lucrezia Contarini, Esposa de Jacopo Foscari | soprano | Marianna Barbieri-Nini |
Jacopo Loredano, Miembro del Consejo de los Diez | bajo | Baldassare Miri |
Barbarigo, Un Senador | tenor | Atanasio Pozzolini |
Pisana, Amiga y confidente de Lucrezia | mezzosoprano | Giulia Ricci |
Sinopsis:
Acto I En el palacio ducal, los miembros del Consejo se han reunido para deliberar sobre un caso en el que está involucrado Jacopo (el hijo del Dux), al que conducen ante ellos desde la cárcel para aclarar su implicación por un delito de traición a la patria.
En una de las salas del palacio de los Fóscari, Lucrezia se dispone a pedir justicia para su marido pero llega Pisana con la noticia de que Jacopo ha sido condenado al exilio en Creta.
Los miembros del Consejo de los Diez comentan entre ellos que Jacopo no se ha defendido de la acusación de haber mantenido correspondencia secreta con un Sforza (familia enemiga de la república) y que por eso es justa la sentencia a pesar de ser hijo del Dux.
En sus habitaciones privadas, el viejo Dux Francesco Fóscari, amargado, se enfrenta, con las contradicciones que le atormentan, a una penosa lucha interior entre el deber del hombre político y el cariño paterno. Llega Lucrezia quejándose de la decisión del Consejo, dictada, según ella, por odio y venganza. Solicita la ayuda de su suegro pero éste, por su condición, no puede inmiscuirse en la sentencia. Si bien Francesco queda impresionado por el coraje de su nuera, sólo les resta a ambos sentir compasión por el exiliado.
Acto II En la prisión estatal, Jacopo se considera inocente pero sabe que su padre no podrá defenderlo. Presintiendo su muerte, delira con una visión que le atormenta: se ve maldecido por el espectro de Carmagnola, caudillo condenado a muerte por la república. Espantado y alucinado por esa aparición que él cree real, se cae de bruces. Llega su esposa y de su boca recibe la noticia del destierro. El alejamiento de la mujer y de los hijos le parece peor pérdida que la de su propia vida. Hace su entrada el Dux aportando un poco de consuelo. Se presenta Loredano e indica al Dux que debe confirmar oficialmente la condena en la sala del Consejo y que ya está lista la nave que conducirá a Chipre al reo. Padre, hijo y esposa se abrazan desesperados.
En la sala del Consejo del palacio ducal, sus miembros solicitan la condena de Jacopo que es acusado de tratos con el enemigo y de haber dado muerte a un Donati (miembro de una familia veneciana). Aparecen Francesco y Loredano y tras ellos, Jacopo conducido por la guardia. Dirigiéndose a su padre, se declara inocente pero el Dux no puede hacer otra cosa que ratificar la sentencia. En un intento de conmover al Consejo, Lucrezia trae a sus dos hijos e insiste en las demandas de perdón. Es en vano: la mayoría de los senadores pertenecen al partido de Loredano. Lucrezia se desmaya en el límite de su resistencia.
Acto III La piazzetta de San Marcos al atardecer. Está a punto de comenzar una regata. Hay ambiente de fiesta entre las gentes venecianas. En medio de tanta alegría, aparece el cortejo que conduce a Jacopo. El joven se vuelve hacia su esposa rogándole que alivie el dolor de su padre y que eduque a sus hijos en el valor y la virtud. Jacopo embarca en la galera que le conducirá al destierro mientras Lucrezia no puede contener su tristeza.
En los aposentos privados del Dux, el viejo Fóscari llora y lamenta la partida del hijo (el único que le quedaba de los cuatro que tuvo), al que no ha podido salvar y nunca volverá a ver. Entra Barbarigo con una buena noticia: el verdadero asesino del Donati ha confesado su culpa en un escrito cuando estaba a punto de morir. Por lo tanto, Jacopo puede demostrar que es inocente. Esta alegría es efímera pues Lucrezia, agitadísima, aparece diciendo que Jacopo ha muerto de dolor camino del destierro.
Se presentan Loredano, Barbarigo y lo miembros del Consejo de los Diez, exigiendo la dimisión del viejo Fóscari. Éste reacciona con orgullo pero acaba entregando el anillo y el tricornio, símbolos del poder. Cuando él y Lucrezia salen de la estancia, oyen las campanas de San Marcos anunciando la elección del nuevo Dux: un miembro de la familia de los Malipiero. Los enemigos de los Fóscari han ganado la partida. El viejo Fóscari muere de angustia en los brazos de Lucrezia, invocando el recuerdo de su hijo.
Libreto: Italiano-Castellano
Partitura: PDF/ Full and Vocal Score
Giuseppe Verdi "Años de Galeras"
Perdil de "I due Foscari"
Ópera íntegramente trágica, es, como escribiría el maestro pocos años después: “toda de un color”. Cuenta una situación muy concreta en un corto espacio de tiempo y de ahí se deriva la monotonía del argumento. La música contribuye a crear un clima opresivo y melancólico que Verdi trataría de evitar en lo sucesivo, creando personajes con caracteres de mayor contraste.
Sin embargo, contiene bellezas melódicas que permiten un gran lucimiento de los tres protagonistas (soprano, tenor y barítono) y esto le debería asegurar una mayor permanencia en los escenarios. La orquesta está tratada con gran cuidado y parece como si el agitar del agua de la laguna veneciana estuviera presente en toda la partitura.
Verdi experimentó por primera vez con lo que podrían llamarse “temas característicos”, mediante los cuales, cada personaje está definido por una especie de célula o periodo musical que lo identifica en escena. Esta técnica la utilizaría después en contadas ocasiones, como, por ejemplo, Aida. Es el mismo principio que, posteriormente y de una manera diferente, usaría Wagner con su motivo conductor (leitmotiv).
El octogenario Dux Francesco Fóscari, es el típico rol de padre para barítono verdiano (muy habitual en sus óperas) que, en este caso, es su primer papel importante en la dualidad de padre y gobernante (íntegro como mandatario y tierno en los sentimientos hacia su hijo). La célula musical que le identifica en sus salidas a escena es la cuerda grave- violonchelos y contrabajos- desarrollando una figura melódica descendente que refleja fragilidad y vejez. Esta caracterización va muy bien al personaje y permite un claro clima intimista en todas sus intervenciones.
Lucrezia, al igual que las otras heroínas que le preceden, es un papel para soprano dramática de agilidad. Está definida como una mujer enamorada, fuerte, activa, noble y con carácter. Su aparición en escena se fija siempre con un “allegro agitato”, interpretado por instrumentos de arco y con una encabritada y enardecida melodía que nos dice de su constante agitación.
Jacopo es un rol para tenor lírico o lírico-ligero al que le toca ser culpable de un delito que no ha cometido. Por eso todas sus intervenciones tienen un carácter lamentoso y también lo es la caracterización musical que identifica sus apariciones: un fúnebre y melancólico tema en modo menor al que, apropiadamente, se une un solo de clarinete.
Hasta el Consejo de los Diez tiene célula temática: un “andante con moto” que refleja crueldad e intransigencia. No falta el color local, aprovechado claramente al principio del Acto III, cuando en la Piazzetta de San Marcos se baila y canta una barcarola.
Es evidente que con esta obra Verdi estaba buscando nuevos caminos pues no hay “ardores patrios” (mas tarde los seguirá habiendo) y no se encuentra la vitalidad, la energía y el vigor de tantas óperas juveniles que, con su fuerza arrolladora, eran la marca distintiva del compositor. I due Foscari constituye pues un caso aislado entre las óperas de aquellos años. Tiene un carácter más íntimo e intenta explorar horizontes. Pero la atmósfera que describe es demasiado trágica y luctuosa a pesar de haber intentado introducir elementos de variedad en el texto. Pese a la linealidad del poema original de Byron, Verdi y Piave consiguieron escribir un libreto de una notable coherencia y una progresión dramática de inusitado relieve. La ópera sirvió para proyectar otras posteriores y en ese sentido puede decirse que está superada. Sin embargo, si se escucha con detenimiento, tiene muchos encantos y por sus lucimientos vocales, no se explica como soportó durante decenios la desatención de los teatros. Parece que últimamente se está recuperando. Muy pronto va a ser representada, por ejemplo, en Bilbao en el ciclo “Tutto Verdi”.
Extractos de Wikipedia y T.O. de Verdi
Sin embargo, contiene bellezas melódicas que permiten un gran lucimiento de los tres protagonistas (soprano, tenor y barítono) y esto le debería asegurar una mayor permanencia en los escenarios. La orquesta está tratada con gran cuidado y parece como si el agitar del agua de la laguna veneciana estuviera presente en toda la partitura.
Verdi experimentó por primera vez con lo que podrían llamarse “temas característicos”, mediante los cuales, cada personaje está definido por una especie de célula o periodo musical que lo identifica en escena. Esta técnica la utilizaría después en contadas ocasiones, como, por ejemplo, Aida. Es el mismo principio que, posteriormente y de una manera diferente, usaría Wagner con su motivo conductor (leitmotiv).
El octogenario Dux Francesco Fóscari, es el típico rol de padre para barítono verdiano (muy habitual en sus óperas) que, en este caso, es su primer papel importante en la dualidad de padre y gobernante (íntegro como mandatario y tierno en los sentimientos hacia su hijo). La célula musical que le identifica en sus salidas a escena es la cuerda grave- violonchelos y contrabajos- desarrollando una figura melódica descendente que refleja fragilidad y vejez. Esta caracterización va muy bien al personaje y permite un claro clima intimista en todas sus intervenciones.
Lucrezia, al igual que las otras heroínas que le preceden, es un papel para soprano dramática de agilidad. Está definida como una mujer enamorada, fuerte, activa, noble y con carácter. Su aparición en escena se fija siempre con un “allegro agitato”, interpretado por instrumentos de arco y con una encabritada y enardecida melodía que nos dice de su constante agitación.
Jacopo es un rol para tenor lírico o lírico-ligero al que le toca ser culpable de un delito que no ha cometido. Por eso todas sus intervenciones tienen un carácter lamentoso y también lo es la caracterización musical que identifica sus apariciones: un fúnebre y melancólico tema en modo menor al que, apropiadamente, se une un solo de clarinete.
Hasta el Consejo de los Diez tiene célula temática: un “andante con moto” que refleja crueldad e intransigencia. No falta el color local, aprovechado claramente al principio del Acto III, cuando en la Piazzetta de San Marcos se baila y canta una barcarola.
Es evidente que con esta obra Verdi estaba buscando nuevos caminos pues no hay “ardores patrios” (mas tarde los seguirá habiendo) y no se encuentra la vitalidad, la energía y el vigor de tantas óperas juveniles que, con su fuerza arrolladora, eran la marca distintiva del compositor. I due Foscari constituye pues un caso aislado entre las óperas de aquellos años. Tiene un carácter más íntimo e intenta explorar horizontes. Pero la atmósfera que describe es demasiado trágica y luctuosa a pesar de haber intentado introducir elementos de variedad en el texto. Pese a la linealidad del poema original de Byron, Verdi y Piave consiguieron escribir un libreto de una notable coherencia y una progresión dramática de inusitado relieve. La ópera sirvió para proyectar otras posteriores y en ese sentido puede decirse que está superada. Sin embargo, si se escucha con detenimiento, tiene muchos encantos y por sus lucimientos vocales, no se explica como soportó durante decenios la desatención de los teatros. Parece que últimamente se está recuperando. Muy pronto va a ser representada, por ejemplo, en Bilbao en el ciclo “Tutto Verdi”.
Extractos de Wikipedia y T.O. de Verdi
Discografía:
Director: Cantantes: Coro: Orquesta: Casa: CD: AÑO: | Tullio Serafin Giangiacomo Guelfi, Mirto Picchi, Leyla Gencer. Teatro La Fenice Teatro La Fenice ARKADIA 2 (AAD) (En vivo) 1957 |
Director: Cantantes: Coro: Orquesta: Casa: CD: AÑO: | Bruno Bartoletti Piero Cappuccilli, Franco Tagliavini, Katia Ricciarelli Sinfónica de Chicago Sinfónica de Chicago GDS 2 (ADD) (En vivo) 1972 |
Director: Cantantes: Coro: Orquesta: Casa: CD: AÑO: | Daniele Gatti Vladimir Chernov, Dennis O'Neill, June Anderson, Covent Garden Covent Garden HOUSE OF OPERA 2 (DDD) (En vivo) 1995 |
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